Fomento de la lectura: Dibujantes y escritores
Goethe, Victor Hugo, William Blake, Lewis Carroll, García Lorca, Dino Buzzati, Bruno Schulz... Todos ellos han tenido algo en común además de ser escritores: también fueron dibujantes. El caso de los escritores que dibujan, menos excepcional de lo que a primera vista pudiera parecer, solo ha empezado a merecer cierta atención en años recientes gracias a exposiciones o a libros como Y además saben pintar: escritores, creadores de palabras, creadores de imágenes, de Donald Friedman (Maeva, 2007). Es aún poco sabido, sin embargo, que uno de los escritores más influyentes del siglo XX, el que probablemente mejor supo expresar a través de la escritura la angustia consustancial a su tiempo, también dibujaba. Kafka expresó en muchas ocasiones y a diferentes personas su pasión por el dibujo, y al parecer nunca dejó de practicarlo. Pero también comunicó a su amigo Max Brod, en su carta-testamento de 1921, su deseo de que sus dibujos fueran destruidos junto a su obra literaria a su muerte. Aún hoy, la extensión de la obra dibujada de Kafka es un misterio. Se sospecha que varias cajas de seguridad en bancos de Zúrich y Tel Aviv pueden contener dibujos inéditos de Kafka. Pero las hijas de Ilse Esther Hoffe, asistenta de Max Brod, y herederas de su legado, se niegan obstinadamente a dar a conocer al mundo el contenido de las mismas. (fuente: el País, ed. impresa "Ancient of days" de William Blake
Esta animación adapta el libro de Ernest Hemingway "El viejo y el mar", versión multimedia de los libros "iluminados" de la Edad Media.
...... Y para escuchar, aquí.
Muy bueno!!!
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Levantar la persiana de una pescadería no es un acto improvisado, sino la culminación de un proceso que conjuga tradición, planificación y precisión legal. Montar una pescadería implica mucho más que llenar una vitrina con merluzas, doradas o salmonetes; requiere una estrategia detallada, inversión en mobiliario de hostelería de acero inoxidable, cumplimiento de normativas sanitarias y, sobre todo, contar con todas las licencias necesarias para operar con total legalidad desde el primer día.
Antes de escoger el local, es imprescindible detenerse en el papel. Un plan de negocio sólido funciona como brújula: permite anticipar gastos, identificar competidores y definir una estrategia realista y sostenible. Este documento debe contemplar:
En un sector tan competitivo, analizar la competencia es tan esencial como distinguir un lenguado de una platija. Hay que identificar qué pescaderías existen en la zona, sus precios y cómo fidelizan a sus clientes. Asimismo, es crucial perfilar al público: ¿se trata de familias jóvenes que buscan pescado limpio y envasado, o de un entorno tradicional donde se valora el corte artesano?
No hay que olvidar que factores como el alquiler del local, la afluencia peatonal o la proximidad de supermercados influyen directamente en la viabilidad del proyecto. En esta fase ya conviene imaginar la distribución del espacio, diferenciando áreas de limpieza, exposición y almacenamiento del pescado.
Es aquí donde el mobiliario de hostelería de acero inoxidable adquiere protagonismo. Mesas robustas, resistentes a la humedad y fáciles de limpiar son esenciales. Invertir en mesa acero inoxidable garantiza higiene y durabilidad en cada jornada laboral, convirtiéndose en una pieza central del negocio.
Sin licencias no hay negocio. Entre los trámites imprescindibles para abrir una pescadería destacan:
Descuidar estos requisitos puede derivar en sanciones o cierre inmediato. La burocracia, como el hielo, debe mantenerse siempre bajo control.
El alma de una pescadería no se mide en balanzas digitales ni cajas registradoras, sino en la limpieza impecable de sus superficies y la resistencia de su mobiliario frente a la humedad y la corrosión. Por ello, invertir en acero inoxidable no es un lujo, es un requisito sanitario.
Los elementos imprescindibles incluyen:
En este contexto, la mesa fregadero acero inoxidable, diseñada para soportar uso intensivo diario, resulta indispensable. Su estante inferior facilita la organización y su cuba amplia permite lavar utensilios de cualquier tamaño, manteniendo la higiene al máximo nivel.
El sector alimentario está minuciosamente regulado, y la pescadería no es excepción. Mantener un negocio requiere cumplir estrictas normas de higiene, desde la trazabilidad del pescado hasta la limpieza diaria de superficies y utensilios. El incumplimiento puede derivar en inspecciones, sanciones o pérdida de confianza por parte de los clientes.
Aplicar la normativa de hostelería y alimentación garantiza protocolos de limpieza, control de temperaturas y manipulación segura de alimentos. Cumplirla no es solo obligatorio, sino una potente herramienta de marketing: transmitir confianza a cada cliente que se acerque al mostrador.
La calidad del género determina el éxito de una pescadería. Establecer acuerdos sólidos con proveedores es tan crítico como disponer de vitrinas brillantes. La frescura depende de cadenas logísticas rápidas y de relaciones de confianza con pescadores locales, cofradías o mayoristas reconocidos.
La oferta debe ser variada y adaptarse a la temporada: pescados blancos como merluza y bacalao, azules como sardina o atún, y mariscos o crustáceos. Incluir opciones congeladas o ahumadas amplía la clientela y asegura ventas constantes, incluso en periodos de escasez de género fresco.
En un sector donde el boca a boca es fundamental, crear una identidad de marca marca la diferencia entre ser “la pescadería del barrio” o “la referencia local”. Una comunicación clara en redes sociales, ofertas semanales estratégicas y atención personalizada fidelizan a los clientes.
La innovación también cuenta: ofrecer servicio a domicilio, talleres de cocina o recetas semanales que acompañen al género fresco convierte la venta de pescado en una experiencia. Contar historias sobre la procedencia y calidad del pescado conecta emocionalmente con los clientes y refuerza la confianza.
Un diseño inteligente del local marca la diferencia. Separar áreas de exposición, preparación y almacenamiento optimiza la logística diaria y reduce riesgos de contaminación cruzada. La elección del equipamiento hostelería adecuado, con mesas, estantes y vitrinas de acero inoxidable, asegura durabilidad y cumplimiento sanitario, minimizando esfuerzos de limpieza y mantenimiento.
El trabajo en una pescadería implica riesgos: cortes, resbalones y manipulación de superficies húmedas. Implementar medidas de seguridad, formación en higiene y protocolos de manipulación de alimentos protege a los empleados y evita incidencias que podrían afectar al negocio. Contar con personal formado garantiza eficiencia y servicio de calidad.
Montar una pescadería en la actualidad es un desafío apasionante que combina tradición y modernidad. El éxito radica en un local limpio, con muebles de acero inoxidable resistentes, licencias en regla, proveedores de confianza y cumplimiento estricto de la normativa sanitaria. La inversión en mobiliario de hostelería de acero inoxidable y equipamiento profesional no solo asegura higiene y durabilidad, sino que constituye la base de un negocio sólido capaz de ganarse la confianza de los clientes y consolidarse como referencia en el barrio.
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