LA LEY ANTITABACO

Sandra Villarejo Fernández 2ºB

El pasado 2 de enero entró en vigor la nueva ley antitabaco.

La ordenanza no prohíbe fumar pero sí el hacerlo en ciertos lugares.

Algunos hosteleros no han tardado en poner el grito en el cielo en contra de esta norma alegando que esto supondrá una gran pérdida de clientes. Pero yo no lo creo así, pues quien tenga la rutina de ir al bar seguirá haciéndolo pueda fumar o no.

Lo malo para los fumadores es que en este tiempo (invierno puro) se arriesgan a coger un fuerte resfriado al tener que salir a la calle a disfrutar de su ansiado cigarro y esto, además, crea un problema añadido para los funcionarios del sector de limpieza, debido a la  acumulación de colillas en la calle, principalmente en las puertas de los bares.

A causa de esta ordenanza y la subida de impuestos sobre el tabaco, muchas personas dicen estar planteándose dejar de fumar ya que eso supondría un importante beneficio para su salud y su bolsillo.

Cabe la posibilidad de que esta prohibición incite a alguien, especialmente a la gente joven, a adquirir el insano vicio de fumar.

Si está prohibido fumar en ciertos lugares, ¿por qué siguen vendiendo tabaco?, las drogas son ilegales y están prohibidas por el bien de nuestra salud, ¿por qué el tabaco no? Resulta contradictorio que no se permita fumar en los bares y sin embargo, siga habiendo máquinas expendedoras de tabaco.

En mi opinión, esta ley debería haber entrado en vigor hace ya bastante tiempo: constituye una verdadera delicia poder permanecer en un local cerrado, abierto al público, respirando normalmente y sin que la ropa te huela a humo a siete kilómetros de distancia y los ojos te lloren como si hubieses estado en un velatorio.

Los fumadores de defienden alegando que el aire que se respira en las ciudades también está contaminado y que los coches expulsan humos en mayor cantidad que ellos, pero es evidente que es el precio del progreso; sin embargo el humo del tabaco es totalmente inútil e innecesario.

Todos sabemos que desprenderse del vicio de la nicotina es harto difícil y puedo afirmarlo a ciencia cierta ya que varios de mis conocidos lo han intentado sin éxito.

Los médicos afirman que fumar es malo para la salud, para las arcas de la seguridad social y ahora casi tanto o más para el bolsillo de quien tenga este vicio.

En conclusión; hasta ahora los no fumadores habían sido quienes aguantaban estoicamente los humos de los fumadores, por fin se le ha dado la vuelta a la tortilla y serán los fumadores lo que deban aguantarse las ganas de echar sus malos humos.